Las herencias de una comunidad son sus tradiciones
Entre
oraciones y campanazos en el campo santo de la parroquia Zumbahua los indígenas
imploran para que el alma de sus seres queridos sea glorificada y purificada.
La ausencia de la persona amada no es un impedimento para venerarla y llamarla
a estar junto a sus familiares, Luis Vega un orador de la parroquia menciona
que el espíritu de las personas fallecidas están en la vida y están junto a
nosotros, por tal motivo es importante orar por ellos.
En
noviembre todos los cementerios del ecuador y del mundo se volvieron a vestir
de duelo, fueron decorados con una gran variedad de flores. Están actividades
son parte de una cultura que identifican a cada sector.
Luis
Vega menciona que “El sonido de la campana es glorificar a nuestras almas, cada
quien venera a su espíritu, más o menos representamos en esta cruz y el
espíritu cuando estamos orando está presente con nuestros difuntitos porque el
carne nosotros regresamos a ser polvo porque hemos nacido del barro entonces
nosotros regresamos a ser polvo, porque nuestro espíritu está en la vida está
junto con nosotros.”
Las
personas llevan flores arreglan las tumbas, oran por el alma de la persona
difunta se sirven alimentos junto a las personas que ya no están con ellos.
Todo esto porque la fecha mueve sentimientos por recordar la ausencia del
difunto. José Cuchiparte menciona qué es lo tradicional de su comunidad.
“Primerito
tendemos una sábana grande ahí ponemos papitas, habas, cebada, ocas, cuy, carne
de borrego, plátano, maqueño, verde y seda, lo que haya hacemos un montoncito.
Después cada quien nombras a los muertitos”
José
también añade que se está perdiendo las costumbres y tradiciones propias de los
indígenas, del mismo modo pide que estas tradiciones que los identifican no se
pierdan.
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