Laguna Verde

Yambo, un mágico lugar lleno de encantos

En esta hermosa ciudad a tan solo 7 km de la parroquia Panzaleo, existe un paisaje lleno de llanuras arenosas.

La Laguna de Yambo se encuentra ubicada exactamente a 7 kilómetros de La Cabecera Cantonal, en la parroquia Panzaleo; que ocupa la región sur del cantón. Desde la panamericana sur son 15 minutos; y hacia el interior es de media hora.

Su clima es templado, su temperatura oscila entre los 7 a 8 grados centígrados.

A pesar de tener una extensión pequeña tiene una flora, tiene un ecosistema que está integrada por una hermosa vegetación de un clima seco y está combinada con la verdosidad de la laguna. 

Alrededor de la laguna se encuentran unos llamativos  cactus predominan en el entorno, existen especies como molles, puyamatas, eucaliptos, cabuyas; plantas originales de los páramos secos andinos

En las playas de la laguna encontramos totorales muy utilizados por los habitantes de este lugar para alimentar su ganado.

A pesar de tener un hermoso  paisaje también cuenta con distintas  especie de animales como: pececillos, palos andinos acompañados por las blancas garzas y patillos, perdices y una que otra guanta.

Sus lugares atractivos son los botes, cabañas y un pequeño muelle.

La loma de Tamborloma se encuentra a un costado de la laguna, sitio en donde los Panzaleos realizaban todos sus ritos de guerra, tiene un relato que cuenta las vivencias del pueblo Panzaleo, quienes antes de ir a enfrentar al enemigo en defensa de su territorio, realizaban sus rituales rítmicos.

Pertenece a esa época la leyenda que se refiere a un terrible accidente ferroviario sucedido junto a la laguna de Yambo, y que un tren lleno de montoneros que apoyaban la Revolución Liberal emprendida por Alfaro, como consecuencia de un sabotaje consumado por los conservadores, se descarriló justamente cuando, en su recorrido, se encontraba en el punto más cercano a la laguna, volcando aparatosamente hasta sus turbias aguas que, voraces, lo engulleron con su preciosa carga”.

Según Alex Moreta, “Existe la creencia de que todas las noches, cuando el reloj marca las doce horas en punto, procedentes de los antros profundos que oculta la laguna, es posible escuchar con absoluta claridad los potentes e inconfundibles resuellos de una máquina de vapor al arrastrar una pesada hilera. Y en medio de este trueno surge el espantoso el aullar de una sirena accionada también por la fuerza del vapor. Quienes aseguran haber oído tal estrépito, creen conocer lo que es sentir el miedo en su expresión más descarnada, ya que el terror dicen penetra en el alma más por el oído que por la vista”.

Es así como termina una aventura de este hermoso paisaje.